Ya se acerca el deseado Domingo de Ramos, y la imágenes titulares de la cofradía sanroqueña ya están en sus pasos esperando esa primera levanta que los lleve al cielo. El Santísimo Cristo Rey ya montado sobre su borriquita se dispone a entrar triunfante en un Badajoz que sera su Jerusalén y tras él su Santísima Madre, la Virgen de la Palma, radiante de belleza, la niña dulce del barrio ilumina la tarde del Domingo de Ramos.