La mañana de ayer estaba movidita en la Catedral, a la Esperanza le daban los últimos retoques antes de empezar su regreso al barrio. Una vez mas, y desde aquí le quiero dar las gracias, mi buen amigo Garrido me ofrece estas estampas para que en la cerería queden constancias de los momentos vividos en las horas previas a la salida de Esperanza.












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